30 de mayo de 2011

El Hombre de Al Lado

El Hombre de Al Lado (2010): Los silencios hablan. La diferencia entre Leonardo y Víctor en la forma de actuar, no sólo estética sino también ideológicamente, destacan la realidad que no nos es ajena. El contraste entre quien tiene mucho y quien intenta “atrapar el rayito de sol”, como dice Víctor, que les sobra a otros es una analogía perfecta.


Toman conciencia uno del otro a partir de la ventana en la medianera que intenta imponer Víctor, el personaje grasa, vulgar, avasallador, rústico, vendedor de autos usados, en contraposición a Leonardo, un tipo moderno y bohemio, con clase y educación. Es profesor de diseño industrial en la Universidad. La soberbia es su principal característica.


Si no se nota su presencia es una derrota. Queda claro esto en la manera en que desacredita el trabajo de sus alumnos argumentando que destaca los puntos negativos porque así se aprende. Según él, lo positivo ya todos lo sabemos.


La vida de Leonardo cambia al percibir la cercanía de alguien tan diferente pero tan cercano, de maneras que no llegará a conocer. Empieza a tomar conciencia de sus propias miserias. Las constantes discusiones conyugales y la indiferencia de su única hija para con él, marcan la vida que eligió llevar.


Advertencia: a continuación se presentan algunos detalles de la trama y el argumento.


Uno de los puntos a destacar es el cuadro ubicado en la pared detrás de su escritorio queriendo que percibamos tal vez el laberinto sin salida en que vive sumergido. El otro, es la obra de teatro que hace Víctor en la ventana con las botas tejanas de una muñeca de la hija de Leonardo, para ella misma. Cómo llegan esas botas a manos de Víctor, quedará a criterio del espectador.


A medida que avanza la trama, se hacen evidentes las emociones de Leonardo y Víctor. Primero, el enojo de Leonardo por la vidriera que invade su intimidad. Su miedo a que el vecino sea un psicópata que, de hecho, no está muy lejos de serlo. El no asumir culpas frente a la indiferencia de su hija. No hacerse cargo de sus decisiones echando culpas a Ana -su mujer- y a su suegro por el rechazo a la ventana de Víctor. La envidia por la creatividad de sus alumnos.


Por otro lado, el carácter manipulador de Víctor y su ira por tener que tapar el agujero. Su desprecio a la mujer que se manifiesta en la cosificación que hace de su novia y la intención de convencer a Ana porque “él es capaz de convence a cualquier mujer”.


La falta de comunicación la percibimos en los silencio, -las míseras cinco palabras- pronunciadas por su hija y la farsa que lleva con su mujer. Después de la muerte de Víctor, tapa la ventana y sigue como si nunca hubiera pasado nada.


Dejar morir a Víctor es la solución a los problemas de Leonardo, una forma de volver a su soberbia y antipatía, a su vida normal.




Directores: Mariano Cohn, Gastón Duprat
Guionista: Andrés Duprat
Estreno: 13 noviembre 2009 (Mar del Plata Film Festival, Argentina)
Reparto: Rafael Spregelburd, Daniel Aráoz, Eugenia Alonso, Inés Budassi, Lorenza Acuña…



Dato: Ganó el premio a mejor producción del año por la Academia de las Artes y Ciencias Cinematográficas de la Argentina 2010 pero no fue elegida pra representar a la Argentina en los Premios Oscar 2011.


Anita F.